Nos sorprendió la evolución del aceite dentro de la aceituna, como va cambiando su color, sus aromas y sus sabores, desde los verdes, herbáceos, amargos y picantes hasta los amarillos, dulces y untuosos.
En ese peregrinar organoléptico hay un momento excelso, donde mil frutas a la vez se concentran para dar su aroma, tomates, hierbas aromáticas, manzanas, plátanos, kiwis, pomelos, verduras,... todas juntas dentro de una aceituna, rindiendo honor a la protagonista del Mediterráneo.